Padre, al terminar el día te doy
gracias por todo lo que hoy he vivido, por la gente que me he encontrado, por
las alegrías que he tenido;
y también por las preocupaciones y tristezas, porque
forman parte de la vida y empujan hacia delante.
Y te pido también perdón, Padre, por el mal que he hecho
y por el bien que he dejado de hacer.
- Te pedimos perdón por las cosas que hoy no hemos hecho bien, porque no hemos realizado los servicios que nos correspondían, porque hemos sido un poco egoístas y no hemos compartido lo nuestro, porque no hemos colaborado en las actividades.
- Te pedimos perdón padre por nuestras agresividades, por nuestras peleas... así no ayudamos a que en el mundo haya paz.
- Te pedimos perdón porque no hemos sido lo bastante atentos con los compañeros.
- Te damos gracias por el día que ahora termina, porque nos lo hemos pasado bien y hemos aprendido nuevas cosas.
- Te damos gracias porque hoy nos hemos hecho más amigos unos de otros.
- Te damos gracias, Padre, porque compartimos las cosas y nos ayudamos en todo.